NUEVO BLOG!

Luego de su extraña desaparición y de su estrepitoso fracaso como escritora de policiales, Jules vuelve a lo que mejor le sale...sufrir! Acudan a su nuevo grito de auxilio en el mundo blogger...

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avatares...no hay que ser muy diestro para notarlo, quedará sin efecto hasta nuevo aviso...

... desde que abría los ojos por la mañana empezaba a esperarlo ya durante todo el día, acechaba todos los ruidos, se incorporaba sobresaltada, no le cabía en la cabeza que no llegara. Luego, a la hora de la puesta de sol, cada día más triste, ya lo único que deseaba era que llegara el día siguiente.


Gustave Flaubert, Madame Bovary.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Consuelo de tontos

La otra noche con Cecé, tuvimos una cena romántica, romanticona.

A no entusiasmarse mis queridos lectores, que lo que sigue no es ningún relato porno-lésbico, a la manera de Anais Nin (escritora que, en otro orden de cosas, recomiendo enfáticamente para jornadas masturbatorias). Sencillamente salimos tarde y hambrientas de nuestra clase de teatro, y dominadas por el espíritu de la improvisación, terminamos sentando nuestros culos famélicos en una de esas terracitas conchetas de palermo, so-ña-da.

Apenas entramos, mientras la recepcionista nos mostraba el lugar, Cecé y yo proferimos todas clase de grititos y frases entusiastas: ahhhhh, qué lindooooo, mirá la terraza, mirá la luna, ayyyy. Es que evidentemente tenemos atraso de citas; en lo que a mí respecta, la última vez que fui a un lugar paquete, el sujeto que tenía enfrente examinó la cuenta con tal mal gusto, que me obligó a decir: mirá que podemos compartir los gastos. Horrible. Y no es que me sienta completamente eximida de pagar una cena, si con Martín lo hacía religiosamente. Pero en una primera cita, qué necesidad hay de hacerme sentir que soy una compañía demasiado cara, por favor.

En este caso, como las dos somos clase media media, con aires (según dice Cecé), estábamos provistas de nuestros respectivos plásticos: que pague el banco, y después se verá.

Vino, sabores exóticos, parejas apasionadas; todo un espectáculo para nuestros sentidos adormecidos por la soledad. A la segunda copa admitimos, qué lindo sería venir acá con un hombre, y creo que nos odiamos un poco por ser dos solteronas que se tienen, exclusivamente, la una a la otra.

La soltería de Cecé es bastante más indescifrable que la mía. A ver, yo todavía estoy penando la desilusión de mi ruptura con Martín, defendiéndome lo más que puedo de los ataques masculinos, si por casualidad ocurre alguno. En un plano más concreto soy una mujer grandota y de aspecto dominante, lo que rara vez resulta atractivo para el sexo opuesto. Cuando digo grandota, en realidad pienso en gorda, pero repartida, gracias a mi longitud considerable, que me convierte en algo así como tres modelos juntas, o cuatro. No es que me interese proyectar una imagen pasarelesca, pero mi cuerpo no conoce la fragilidad, lo que a veces, la mayor parte del tiempo, no está a tono con la parte de mi ser que carece de forma (¿el alma?) siempre a punto de romperse. En definitiva, mi cuerpo me contradice, qué inconveniente.

Pero el caso de Cecé es radicalmente distinto, yo la miro y pienso que es todo lo que un hombre podría desear. Es her-mo-sa, coqueta, inteligente, graciosa; es el tipo de persona que embellece el mundo, y no en un sentido superficial de magazine de modas, sino con esa clase de belleza que imita al arte, o mejor dicho, de la que el arte intenta dar cuenta. Porque más allá de la armonía genética, sus gestos, sus movimientos, tienen esa gracia y magnetismo madonesco, que quitan el aire. Yo, si fuera hombre, la adoraría, y ojo que siendo mujer la adoro bastante, hasta dónde mi psiquis represiva me lo permite, al menos. Y sin embargo está sola y con unas ganas locas de dejar de estarlo.

Y así como ella, estoy rodeada de una legión de solteras blandiendo la bandera de "mejor, mal acompañadas", pero que siguen solas, obsesionadas con imposibles: tipos casados con otra, o con dios, o alienigenas, cualquier cosa que redunde en una traba para concretar la unión amorosa. También están las avocadas al éxito profesional, que ocupan poderosos escritorios de gerente en tal o cual multinacional, trabajando de lunes a lunes, pero que también, de tanto en tanto, me lloran su soledad. Porque las mujeres a las que me refiero son mis amigas, nada de esto lo leí en la cosmo, eh. Aunque podría haberlo leído perfectamente, porque así de boludas nos ponemos las mujeres cuando nos sentimos tan, pero tan profundamente solas.

Así me siento hoy, al menos, sufriendo por el gran desencuentro al que estamos condenados los seres humanos. Preguntándome qué hay más allá del reino encantado de la bella durmiente, qué viene después de la desilusión, de la mentira de Walt Disney, y si alguna vez maduraré lo suficiente para verlo.

Triste por Cecé, por mí, y por todas aquellas que todavía soñamos con un final feliz, cada vez más cercanas a la bruja que a la princesa. Combatiendo la tristeza con cenas románticas entre amigas, y mucho, mucho alcohol. Solas y desencantadas. Desilusionadas, endeudadas, mujeres frágiles o fálicas, con los nervios de punta y el corazón roto.

Jodidamente solas.

10 comentarios:

  1. El otro día llegué a la conclusión... que hoy por hoy lo que me haría muy feliz es que una señorita me mande un mensaje de texto... evidentemente no cualquier señorita, pero estar falto de ese mensaje de texto, de ese romance incipiente, del cosquilleo tecleador... es cómo ser niño y no tener navidad... a los que somos amantes de la galantería (muchas veces confundido erróneamente con histeria) ese mensaje, ese tipo de "amor naciente" nos falta más que el sexo... y sobre todo duele más que la falta de sexo...

    En fin... jóven, que onda esta tal CeCe? Su descripción suena por demás interesante...

    Ej chico que no aprende... ( y que lo hace para molestarla un poquito)

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  2. ¿amantes de la galantería? en qué mundo bizarro los galanes se quedan sentados como damitas antiguas, a la espera de un mensaje de texto???!!!!-
    Un galán llama, visita, invita y enamora...y no se queda en ese patético rol pasivo en el que se han resguardado hombres como el que arriba comenta.
    Ojo, coincido en que el romance, el amor cortés, bendita invención del siglo XII, es a veces más importante que el desahogo de la carne, pero cuan distinta es la idea de romance que tenemos cada uno!!!!!

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  3. también quiero agregar, un poco menos cocorita, que el hecho de que un chico por el que alguna vez me ilusioné, me boludée en mi blog, me hace llorar un poquito

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  4. No se lo permita, doña Jules!
    Parece ud. una damicela más que interesante, y la descripción de Cecé es encantadora. Quizás no sea un consuelo, pero saber que somos capaces de adorar a una amiga como ud. adora a la suya, de sentir ese amor incondicional, tonto y divino, sea reconfortante. Lo es para mi, cuando me doy cuenta de lo afortunada que soy de haber conocido a mis amadas, madonescas, bellísimas poquitas grandes amigas.
    En otro orden de cosas, y siendo más chabacana: probó con los chicos del interior? porque yo creo que la gran histeria se corresponde con la gran ciudad - en parte al menos. Ellos sí que saben de galantería, que no es histeriqueo y no es de ninguna manera esperar pasivamente un sms. Pfff. Galanteria my ass.

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  5. Otra vez me meto donde nadie me llama, permiso Jules (que siempre puede no publicar el comentario y tomárselo como un mail). Romance, galantería, cosquilleo, mensajito, navidad… que mezcla más rara de cosas que parecen sinónimos y (según moi) son tan diferentes. La sensación cosquilluda del romance así, me suena a pura diversión, fantasía, pasión autoextinta en sí misma, 'incipiencia' constante y nada que valga después del aburrimiento al que están condenados los empezar-empezar-empezar. Una ilusión efímera, válida, pero que no vale la ilusión.

    El amor cortés era inverosímil, distante y sumiso. Incompleto. El Romanticismo del siglo XIX, un choque de cabeza con la realidad siempre tan distinta a la idealización extrema, y llevaba generalmente al (pobre) romántico al suicidio. Como que a tantos siglos de distancia se me hace que por ahí no viene la mano… [Fin del tema: pongámosle características al romance y hagamos de cuenta que nos entendemos]

    Comentario algo más ubicado: todos estamos solos. Jodidamente, cuando se nota y duele. Jodidamente difícil es encontrar compañía de verdad, y no esa farsa pegajosa que se le parece tanto que se confunde en los momentos en que uno necesita creer. Las mejores cosas de la vida son las peligrosamente jodidas, complicadas, esquivas, delicadas, frágiles, pero son las que más valen, y es justamente por ese peligro de no ser captadas. Tener un alma frágil es valiosísimo, pero requiere sumo cuidado. Hay muchos ‘mientras tanto’ en una vida, quizás este sea el tuyo, dudo que para siempre, =)

    No sabés cómo te entiendo…

    Besos Jules.

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  6. Dos mujeres hermosas cenando solas en una terraza con la compania de la luna y el vino...

    Que imagen! Por Dios!

    Que escena trágica para cualquier hombre que esa misma noche miraba la misma luna desde cualquier otro sitio que no fuera esa terraza y en esa sensual compania.

    Pero bueno, como usted dice, los seres humanos estamos condenados al desencuentro.

    Que se puede hacer? uno se pregunta...

    Yo voto por ponerle 'pause' a la pelicula de la bella durmiente (que tanta belleza e ilusión nos brindo en la infancia y tanta soledad en la vida adulta), dejarlo a Walt en el freezer y salir mas seguido a tomar vino por las terrazas de Palermo.

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  7. Mariana, Luna!!!
    mi parte menos evolucionada se regocija por el hecho de que se hayan puesto de mi lado!! jajaj.
    El título de este avatar: "Consuelo de tontos", alude al conocido refrán, "mal de muchos, idem", o sea que parte del presupuesto de que la soledad que se siente en el alma, mayormente los domingos, es algo bastante inherente a la raza humana. Y aún admitiendome como una tonta (que no hay razón para no admitirlo) el hecho de no saberme sola en estas penurias, me consuela.
    Y las palabras de las dos, también lo han hecho!
    gracias por haberse tomado el trabajo de elaborar comentarios tan bellamente escritos.
    Los valoré mucho!
    Mariana, me da risa tu consejo, pero si decís que la posta son los chicos del interior...habrá que probar!!!
    Luna, vos entrá sin permiso, así como yo lo hago escandalosamente en tus escritos,
    besos a las dos!!!!!

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  8. Me comenta el-chico-que-no-me-conviene...
    Me comenta Totó...
    Ahora falta que me comente Carlos Bovary y cartón lleno!!!

    Igualmente que los personajes cobren vida propia es una maravillosa consecuencia del mundo on-line en el que vivimos. Hubiera dado lo que sea por leer una novela así en mi infancia (aunque debe haber alguna, seguro)

    Gracias Totó por tu comentario, y por haber asumido el seudónimo que te conferí desde estas páginas virtuales. Me honra!
    La película de Disney está en pausa hace rato, ahora más que nada la puse en reversa, y como los casettes de xuxa, parecen contener mensajes diabólicos...

    Ahora, con tu comentario te has pintado mejor que cualquiera de mis descripciones como mi amigo-el cinéfilo.

    Besos

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  9. Jajaja...
    Tené cuidado, que los personajes le estan ganando a las historias. Le diste forma a una criatura que no podes controlar y ahora un zoologico de personajes vienen sedientos a por aquello que no pueden cobrarse con Argentores.

    Igualmente, el amor y los mensajes de texto me la pueden sobar bien sobada. Los mensajes de texto son la anemia del pancreas del romanticismo.

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  10. se me ocurre que los mensajes de texto son lo que hace pocos años eran los mails, y muchísimos años atrás las cartas de amor...
    Romantiquísimas, sí, pero cuyo único soporte material era la distancia de los amantes.
    Antaño desencuentros geográficos, y hoy...desencuentro por el desencuentro en sí mismo.
    A mí, lo que me la puede sobar, bien sobada, es el desencuentro...

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