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Luego de su extraña desaparición y de su estrepitoso fracaso como escritora de policiales, Jules vuelve a lo que mejor le sale...sufrir! Acudan a su nuevo grito de auxilio en el mundo blogger...

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avatares...no hay que ser muy diestro para notarlo, quedará sin efecto hasta nuevo aviso...

... desde que abría los ojos por la mañana empezaba a esperarlo ya durante todo el día, acechaba todos los ruidos, se incorporaba sobresaltada, no le cabía en la cabeza que no llegara. Luego, a la hora de la puesta de sol, cada día más triste, ya lo único que deseaba era que llegara el día siguiente.


Gustave Flaubert, Madame Bovary.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Las noches de Giulietta

Acabo de ver una película que me dejó prácticamente desolada: Noches de Cabiria, de Federico Fellini.

Ya ven que estamos ante otra velada de identificación extrema con el séptimo arte.

Empecemos por el principio: ayer nomás, mi amigo el cinéfilo me llama para decirme que quiere prestarme una película, que sabe que me va a gustar. Yo accedo inmersa en un rapto de sugestión, porque a decir verdad, si alguien me dice "esto es para vos", lo creo con fe ciega.

Por eso hoy estuve todo el día coqueteando con el film, esperando que llegue el momento indicado para verlo. A eso de las diez de la noche, cuando sobrevino la certeza de que era otra noche sin plan y sin llamados, me dije: "veamosla"

Y es empezar a verla y saber que Giulietta Masina soy yo, no sé por qué extraño designio, pero soy yo. Pienso en Mamá, y que de chiquita me llamaba "Giulietta de los espíritus", "claro" me digo, "ella siempre lo supo".

Y Giulietta la pasa muy mal. Desde la primer escena, cuando un noviecito la arroja al río para robarle la cartera, y escapa con el botín. Así arranca la peli, yo estoy desencajada. Después me entero que Cabiria (o Giulietta) es prostituta, y es además un festival de gestos italianos que da gusto ver.

En una de sus recorridas nocturnas la levanta un actor famosísimo que la lleva a su lujosa mansión. Cuando están por arremeterle al asunto, llega la novia del caballero. Entonces el tipo encierra a Cabiria en el baño, y allí la tiene hasta la mañana siguiente, cuando la hace salir en puntitas de pie para no despertar a la otra que duerme despatarrada y en bolas. Y es cuando está saliendo, que mira de reojo a la novia, y piensa (porque lo maravilloso de esta actriz es que te deja leer sus pensamientos) que le gustaría estar en el lugar de aquella, y no en el de la puta que se escapa con las primeras luces del día.

Luego el director arremete con una seguidilla de escenas conmovedoras, que para resumir la cuestión, vienen a enfatizar el deseo de Cabiria: que el amor la rescate de esa mala vida.

Entonces ocurre lo impensado, una noche Cabiria asiste a un show de magia y pese a todas sus resistencias sube al escenario para ser hipnotizada por el mago en cuestión. Presa de la hipnosis, Cabiria representa una historia de amor aferrándose a los brazos del aire, creyendo que son los de un tal Oscar, que es el nombre que el mago le confiere al sujeto imaginario. Hay burlas en el auditorio.

A la salida del teatro, la espera un galán como los de antes, que manifiesta estar muy conmovido por la dulzura de semejante performance. Oscar se llama, Giulietta y yo nos quedamos atónitas.

A partir de allí comienzan a verse con frecuencia, él es todo un caballero, la respeta, acepta su pasado, le promete un futuro mejor.

Después de tanto sufrimiento, la felicidad es posible, eso dice Giulietta. Yo concuerdo.

Entonces el tipo le propone matrimonio, y ella desde luego vende la casa y se manda a mudar con la plata en el bolso, se despide de su colega diciéndole "ya vas a ver, vos también te vas a casar" y va al encuentro del apuesto caballero.

La felicidad es posible. Pero esquiva, porque al final, el tipo la lleva a pasear por unos acantilados, y está a punto de tirarla cuando recapacita, y sólo se escapa corriendo con la guita. Ella le grita que por favor la mate, en una escena terrible.

La peli termina con Giulietta caminando desconsolada, por una callecita en donde hay una procesión de gente del pueblo. Giulietta los mira y sonríe resignada.

Nunca nadie va a acudir en su rescate. Aunque de alguna extraña manera, ya se haya salvado.

2 comentarios:

  1. Yo no sé porque pero te recomiendo La insoportable levedad del ser, de Kundera...

    (igual el que no se identifica con algun personaje de ese libro es un helecho)

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  2. No podrias haber descrito mejor, ni con mas sensibilidad la hermosura de la película. Tu último párrafo es la mejor interpretación que se me podría ocurrir del final y de todo el film. Me alegro que la hayas visto!
    Bacio Giulietta!!
    -el amigo cinéfilo

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